Como muchos aspectos en el universo automotriz, la respuesta a si ser propietario de un auto eléctrico o EV, por sus siglas en inglés, Electric Vehicle, es caro, es cuestión de perspectiva.

Mayor precio de compra

En términos generales, los vehículos eléctricos tienden a tener un precio inicial más alto que los vehículos con motor de combustión interna. Un auto eléctrico puede costar entre 10 y 40% más que un par a motor. Esto en parte porque las baterías que estos autos requieren siguen siendo caras ya que suelen funcionar con baterías compuestas de minerales como litio, grafito, manganeso, cobalto y níquel.

Así mismo, estos autos suelen estar a la vanguardia en cuanto a tecnología y todo avance tecnológico siempre es caro hasta que logra democratizarse.

Menor gasto de mantenimiento

¿Son caros los autos eléctricos?

Los EV pueden resultar más baratos de mantener a largo plazo. Tienen menos piezas móviles que los autos de combustión, lo que significa que hay menos partes que puedan desgastarse y necesitar mantenimiento o reparación. Además, no requieren cambios de aceite regulares ni cambios de bujías, lo que puede reducir aún más los costos de mantenimiento.

En cuanto a la carga de la batería, puede ser menos costosa que llenar el tanque de gasolina, dependiendo de las tarifas de electricidad y combustible. También, actualmente, hay incentivos gubernamentales disponibles para los compradores EV lo que puede hacer reducir el costo de propiedad a largo plazo.

Curva hacia la evolución. Ten esto en cuenta

Los EV nuevos tienen muchos más reportes por fallas que los autos convencionales, generalmente asociados a fallas de baterías, la carga, los motores eléctricos y los sistemas únicos de calefacción y refrigeración. Esto debido a que la tecnología en la que se sostienen estos autos aún está en evolución. La buena noticia es que suelen estar cubiertas por la garantía pero puede significar inversión adicional de tu tiempo para resolver la situación y esto es un costo a tener en cuenta.

El costo de propiedad de un EV es diferente, puede verse afectado por otros factores, como la duración de la batería, el costo de reemplazar la batería si es necesario y la disponibilidad de estaciones de carga públicas.

En resumen, comprometerse a tener un auto eléctrico es una experiencia nueva y diferente y que conlleva sus propios desafíos. En el conductor está la decisión de si pagar un precio inicial más alto para ahorrar en mantenimiento o quedarse con lo conocido.