Una tarjeta de crédito garantizada o asegurada es una tarjeta que requiere un depósito de seguridad en efectivo cuando abres la cuenta. Ese depósito reduce el riesgo para el emisor de la tarjeta de crédito de la siguiente manera: si no pagas tu factura, el emisor puede tomar el dinero del depósito. Es por eso que estas tarjetas están disponibles para personas con mal crédito o sin crédito.

El límite de la tarjeta de crédito suele equiparar lo que pongas como depósito, es decir, si depositas $200, tu límite será de $200 y esto es diferente a una tarjeta prepagada, en la que utilizas tu propio dinero para realizar las compras. En la tarjeta asegurada, trabajas con el dinero prestado por el emisor, es efectivamente el crédito en todo su esplendor.

Puede ser tu aliada rumbo a la compra de tu siguiente auto. Si tu crédito está en mal estado, adquirir y usar de manera responsable una tarjeta de crédito asegurada puede ser una gran herramienta para construir crédito, mejorar tu situación crediticia actual y calificar para mejores condiciones en tu próximo préstamo para auto.

Usa la tarjeta con moderación una vez que la tengas, trata de que tu saldo nunca exceda el 30% de tu límite de crédito. Mantenerlo por debajo del 10% es aún mejor. También paga el saldo en su totalidad todos los meses antes de la fecha de vencimiento. Cuando pagas en su totalidad, no se cobrarán intereses.

Si no tienes crédito, podrías ver un buen puntaje después de sólo unos meses de pagar a tiempo. Aunque llegar a tener un puntaje considerado bueno o excelente puede tomar meses, cuando usas la tarjeta responsablemente, seguramente verás mejoras desde el primer mes. El período de tiempo para ver mejoras trascendentales también depende de si estás construyendo crédito de la nada o reconstruyendo el crédito dañado.

Del otro lado de la moneda, ten en cuenta antes de aplicar por una tarjeta de crédito asegurada que estas tarjetas suelen tener tasas de intereses más altas y es probable que tenga otras tarifas como tarifas de mantenimiento o cuota anual fija. También considera que no vas a poder gastar el dinero que pongas como depósito ni utilizarlo para pagar tu deuda, solo tendrás acceso a él si tu deuda está en cero y, en ocasiones, tendrás que cerrar la cuenta para poder tener tu dinero de vuelta.