Hay varios caminos para obtener un préstamo para auto y ninguno es por sí mismo más propicio que otro. Cuál elegir dependerá fundamentalmente del estado de tu crédito.

Préstamos para automóviles tradicionales con buen crédito. Cuando tu puntaje e historial de crédito están en plena forma, considerado bueno o excelente, la ruta suele estar muy despejada y el sistema de los préstamos tradicionales te recibirá de puertas abiertas. Todo será expedito y fluido.

Solo debes acudir directamente a un concesionario para obtener financiación. Estos a menudo tienen relaciones con bancos y otras instituciones de crédito y se encargan de conectar tu petición con uno de sus socios prestamistas, actuando como intermediario en el proceso de financiación. Eliges el auto que quieres, se verifica tu crédito, se consigue el financiamiento y listo, ¡a conducir!

Este proceso suele ser muy cómodo, no tienes que hacer ningún esfuerzo para encontrar un prestamista. De principio a fin, el concesionario supervisa el proceso para ayudarte a encontrar un préstamo. Eso sí, como pequeña desventaja, al no encargarte directamente de buscar entre una gama de prestamistas, podrías terminar pagando más que si hubieras hecho tu propia investigación.

Así mismo los prestamistas pueden incluir una tarifa para compensar al concesionario por manejar el proceso de financiación.

Si tu deseo es encargarte en primera persona de conseguir el mejor préstamo, puedes acudir a bancos o cooperativas de crédito si perteneces a alguna. Así tienes la oportunidad de obtener una aprobación previa para varios préstamos para automóviles, comparar tasas e identificar la mejor oferta para ti.

Préstamos de alto riesgo para mal crédito. Ahora bien, si tienes mal crédito, no has empezado a construir crédito aún o no pudiste calificar por un préstamo tradicional, el siguiente camino puede que sea lo más conveniente: los préstamos de alto riesgo.

Encontrar un prestamista de alto riesgo significa apuntar a un concesionario que tenga un departamento de finanzas especiales. Estos trabajan con prestamistas externos para poder ofrecer financiamiento. No se enfocan únicamente en tu puntaje sino en otros requisitos como prueba de empleo e ingresos.

El proceso es un poco a la inversa en comparación con el anterior, tu solicitud de crédito la envía el concesionario a algunos prestamistas de alto riesgo que analizan tu situación crediticia y, de ser aprobado, el prestamista determina el presupuesto mensual de tu vehículo. A partir de ahí, eliges un automóvil que se ajuste a ese presupuesto, firmas los documentos del préstamo y recibes el vehículo.

Un camino más, cuando tu crédito ha sido muy maltratado por la vida, puede ser los concesionarios Compre aquí - pague aquí o Buy here pay here o BHPH en inglés.

En los BHPH el préstamo para automóvil es financiado internamente. El concesionario es también el prestamista y determina si eres elegible y para qué monto. Este modelo también tiene sus requisitos y particularidades. Las tasas suelen ser las más altas, tu auto puede tener un rastreador para ubicar o apagar el auto si no cumples con tu compromiso, así mismo los pagos puede que tengas que hacerlos directamente en el concesionario.