En 2020 como respuesta a la contingencia del Covid, muchos fabricantes de chips semiconductores decidieron reorientar su producción hacia la electrónica para satisfacer la demanda creciente que se generó de computadoras, tablets, auriculares, cámaras web y demás equipos de uso doméstico.

Esto dejó a la industria automotriz con una oferta limitada de estos chips que son componentes electrónicos críticos para una variedad de funciones y aplicaciones en los autos: microcontroladores, microprocesadores, sensores, circuitos integrados, módulos de comunicación y más.

Se presumió, sin mayor consideración, que la demanda de autos bajaría. No fue así, se produjo una escasez en la oferta de autos y como dictan las leyes del mercado, los precios, tanto de autos nuevos como usados, subieron considerablemente.

Desde entonces, conductores en todo el mundo ansían el regreso de “la normalidad” y que el mercado se estabilice.

¿Se soluciona la crisis de los chips en 2023?

Para resolver esta duda, hay datos. La firma multinacional de contabilidad KPMG y la Global Semiconductor Alliance (GSA), que es una organización sin fines de lucro que representa a más de 500 compañías líderes en la industria de semiconductores, compartieron los resultados de la décimo-octava encuesta mundial anual sobre semiconductores enmarcada en el cuarto trimestre de 2022.

La encuesta preguntó a 151 ejecutivos de semiconductores sobre su perspectiva para 2023 y más allá. El 65% dijo que cree que la escasez terminará en 2023, mientras que el 20% dijo que cree que se extenderá hasta 2024 o más tarde.

Según los resultados, el índice de confianza de la industria de semiconductores para 2023 actualmente se ubica en 56 de 100. Esta puntuación indica que una pequeña mayoría de los encuestados tiene una perspectiva más positiva que negativa para 2023.

¿Aún hay escasez de los chips para autos?

Cómo se adaptaron las empresas

El cambio ha venido sucediendo. Algunos fabricantes han racionado los chips que usan, eliminando algunas características que dependen de los microprocesadores y en muchos casos, ofrecieron reembolsos por esta adaptación.

En 2023, los fabricantes de semiconductores no solo intentan satisfacer la demanda actual. También están tratando de completar los pedidos pendientes resultantes de los últimos años de problemas.

Todo esto, hace que vaya mejorando el panorama.

La resolución de la “crisis de los chips” va por buen camino

La opinión más optimista es que la cadena de suministro de semiconductores podría volver a la "normalidad" a finales de 2023. Otros piensan que la escasez podría continuar hasta bien entrado 2024.

La buena noticia es que la cadena de suministro está funcionando mucho mejor en 2023, al menos en comparación con 2020 y solo resta aguardar el tiempo perfecto en el que se encuentre el nuevo balance o la llamada nueva normalidad.