Los precios de los autos nuevos han subido mucho en los últimos dos años, entre 11% y 14% para autos nuevos y hasta 31% para autos usados, y no es por un capricho del azar. Las causas son complejas e involucran factores relacionados con la forma en que los consumidores, fabricantes y proveedores de repuestos respondieron a la pandemia del coronavirus.

¿Por qué los precios de los coches son altos? Para empezar, incluso antes de la pandemia, los precios de los autos nuevos alcanzaron niveles récord por varias razones. Los autos en estos tiempos tienen más funciones que nunca y cada vez se incorpora más tecnología, ingeniería y características de seguridad para fabricarlos.

Luego, a inicios 2020 los fabricantes de ciertos chips que requieren los automóviles, se reestructuraron al principio de la pandemia para satisfacer la demanda de computadoras, sistemas de juegos y televisores, ya que las personas recibieron órdenes de quedarse en casa.

Más temprano que tarde quedó claro que la pandemia no iba a frenar las ventas de vehículos y los fabricantes de automóviles volvieron a pedir chips pero fábricas que producen estos microchips semiconductores tardan meses en acondicionarse para fabricarlos. Fue entonces cuando se produjo la escasez de inventario que estamos viendo ahora.

Como todo juego de mercado, una demanda más alta que la oferta resulta en precios más altos. Así funciona y aparece la inflación, que es la pérdida de poder de una moneda en curso, es decir que con el mismo dinero puedes adquirir menos bienes.

Uno de los detonantes directos de la inflación, es justamente tener problemas con la cadena de suministros que pueden hacer que los bienes escaseen, y evidentemente la contingencia del coronavirus tuvo mucho de esto.

Con el cierre de fábricas y la interrupción del trabajo normal, se fabrican menos cosas y se han obstruido las rutas de envío, lo que ha generado un límite en la oferta de muchos tipos de bienes, incluyendo autos y, una vez más, ha hecho subir los precios.

Menos incentivos, precios más altos. Para seguir el juego, cuando no hay demasiado inventario para vender, los incentivos de los fabricantes también escasean. La falta de autos nuevos hizo que los compradores compraran más autos usados, lo que generó, a su vez, una escasez de autos usados.

¿Podrían seguir subiendo los precios? Por último, todo apunta a que los intereses también subirán en los próximos meses. La Reserva Federal planea aumentar las tasas este año con tres aumentos de un cuarto de punto porcentual. Esto significa que las tasas de interés generales pueden, en consecuencia, aumentar, pero aún está por verse.

Sin embargo, los prestatarios con mal crédito es posible que no sientan la presión tanto como alguien que ha tenido un mejor crédito. Los prestatarios que luchan con problemas de crédito ya experimentan tasas más altas, por lo que, para empezar, el dolor puede no ser tan grande como para alguien que califica para tasas de interés más bajas.

Lo bueno es que, según los expertos, esta situación es transitoria y aunque puede tomarnos hasta 2023 para que el mercado se estabilice, todo se regulará.