Comprar un auto en otro estado puede ser una idea tentadora, especialmente cuando encuentras un auto con características y precio tentadores pero lo cierto es que hacerlo puede acarrear desafíos legales y financieros, por lo que es importante investigar y considerar todos los factores antes de tomar una decisión.

Comprar un auto en otro estado

La ecuación no es tan sencilla como parece, lo primero que debes saber es que el auto que compres debe cumplir con las regulaciones del estado en el que vivas, no en el estado en el que compras el auto y, generalmente, cuando compras un auto, el vendedor o concesionario no vigilará que se cumplan los requisitos más allá de las exigencias locales.

Estos son los factores principales a tener en cuenta cuando se compra un auto en un estado diferente.

Impuestos

Algunos estados tienen impuestos sobre las ventas de vehículos, mientras que otros no. En algunos estados con impuestos sobre vehículos, se puede deducir un valor de intercambio (trade in) total o parcial del precio de un automóvil nuevo y luego se calculan los impuestos sobre el resto.

Una figura importante que debes considerar es si ese estado en el que harás la compra es recíproco con tu estado de origen. Los acuerdos de reciprocidad entre los estados determinarán si un comerciante cobrará o no el impuesto sobre las ventas para un comprador fuera del estado. Un concesionario de un estado recíproco, se encargará de este detalle y enviará los impuestos a tu estado de origen.

Si el estado de compra es un estado no recíproco, se incluyen todos estos costos al costo del automóvil y luego el distribuidor envía un cheque por estas tarifas, que luego puede llevar al Departamento de vehículos automotores de tu estado cuando hagas el registro correspondiente.

Financiamiento

Todo lo que debes saber sobre la compra de un auto fuera de tu estado

Especialmente si tienes mal crédito, hay mucho que considerar. Primero, necesitarás encontrar un concesionario que cuente con prestamistas de alto riesgo y, aunque muchos distribuidores en todo el país ofrecen este servicio, algunos prestamistas tienen restricciones de residencia que se aplican a la compra.

No solo eso, si no estás preparado para las diferencias entre el financiamiento en el estado que elegiste y tu estado de origen, es posible que termines pagando cientos de dólares más de tu bolsillo cuando intentes registrar el vehículo donde vives, por la diferencia que tienen los estados en sus políticas de impuestos de venta de vehículos.

Es importante investigar tanto al concesionario como a la financiación que tienes en mente para evitar la negación u obstáculos indeseados.

Finalmente incluye en tu planificación otros factores como que cada estado tiene sus propias regulaciones sobre emisiones, por lo que es importante asegurarse de que el vehículo cumpla con las regulaciones del estado donde se vive.

También es importante considerar los costos de transporte desde tu lugar de compra hasta tu lugar de residencia y otros aspectos como si la garantía del vehículo es válida en el estado en el que vives y/o si puedes obtener los servicios en un taller autorizado cerca de tu residencia.

Como verás, la experiencia de comprar un automóvil a través de las fronteras estatales es muy particular y puede ser muy diferente a la compra de otros bienes o servicios. En cualquier caso, la información está de tu lado y será la mejor aliada para tomar tu decisión.