La póliza o cobertura es el documento en el que se detallan las condiciones de un seguro. Suelen tener categorías o tipos, con sus particularidades y diferencias. Un seguro de automóvil es un contrato entre el conductor y la compañía de seguros que lo protege contra pérdidas financieras en caso de accidente o robo.

Por el pago de un monto anual o mensual llamado prima, la compañía de seguros acepta pagar las pérdidas como se describe en esa póliza o cobertura.

El tipo de póliza adecuada dependerá de tus necesidades de manejo, pero en general, si conduces, debes tener seguro. Hay requisitos mínimos de seguro para autos que, como conductor, debes tener al día frente al estado en el que vivas y al prestamista que te conceda el préstamo. Las reglas varían según el estado en el que vivas pero en general hay obligatoriedad de tener un seguro cuando conduces un auto en la vía pública.

Si financias, necesitarás un seguro full coverage. El seguro de cobertura total o full coverage, en inglés, es uno de los tantos tipos de seguro y suele ser un requisito ineludible cuando logra financiar la compra de un vehículo y por lo general, significa que tiene suficiente cobertura sin importar cuánto daño se cause o quién tenga la culpa en un accidente.

Un seguro full coverage suele ser una combinación de seguro integral, de colisión y de responsabilidad civil.

¿Cuáles son las diferentes pólizas o tipos de seguro para auto?

El seguro integral o comprehensive cubre los gastos relacionados con los daños a tu vehículo causados ​​por vandalismo, robo, granizo, caída de árboles y más; el de colisión, el daño o la destrucción del vehículo por un accidente u otra colisión y el de responsabilidad civil, cubre los gastos relacionados con lesiones, muerte o daños a la propiedad de otros cuando tú tienes la culpa, también es conocido como personal liability and property damage o PLPD.

Hay más pólizas como la de pagos médicos o de motorista sin seguro o con seguro insuficiente, que cubren los gastos médicos si tú o tus pasajeros resultan heridos o si el otro conductor tiene la culpa y no tiene seguro, respectivamente.

También está, por ejemplo, la cobertura en carretera, que cubre el costo de los servicios comunes en la carretera, como cambios de llantas y remolque.

Tener un seguro de auto aumenta lo que pagas mensualmente por concepto de tu auto. Es por eso que cuando saques tus cuentas de lo que puedes pagar por tu siguiente auto, no solo consideres la cuota mensual, sino también gastos de seguro así como de mantenimiento y combustible. Una buena manera para saber dónde te encuentras y cuál es un gasto sensato de acuerdo a tu situación es calcular tus fórmulas DTI y PTI.

Ten en cuenta también que las compañías de seguros de automóviles consideran los datos personales de cada conductor al calcular las tarifas, incluida su edad, código postal, puntaje de crédito, historial de manejo y el tipo de automóvil que conduce, ya que se basan en estadísticas y hay perfiles y modelos de autos que son más riesgosos que otros.

Hacer una investigación inicial te hará estar ubicado respecto a qué requerirá de ti una aseguradora según donde se encuentre tu crédito y tu reputación como conductor.