Cuando obtienes un préstamo, te comprometes a pagar lentamente a través de pagos mensuales. La cantidad de tiempo que el prestamista te da para pagar el préstamo se conoce como plazo o término.

Durante mucho tiempo, los préstamos para automóviles con plazos de tres o cinco años fueron la norma, es decir, entre 36 y 60 meses, pero cada vez más personas eligen préstamos para automóviles a más largo plazo.

En el cuarto trimestre de 2021, el plazo promedio de los préstamos para automóviles nuevos fue de casi 70 meses, según el informe Experian State of the Automotive Finance Market, y se conoce que en el mercado actualmente hay plazos hasta de 84 o 96 meses.

Para entonces, se reportó que el plazo promedio de los préstamos para automóviles fue de más de 69 meses para automóviles nuevos y de más de 67 meses para vehículos usados y el dato interesante es que las personas con mal crédito tienden a tener plazos de préstamo más largos en sus préstamos para automóviles nuevos que aquellos con buen o excelente crédito, según el informe.

Para los compradores de autos nuevos con puntajes de crédito de 781 a 850, el plazo promedio del préstamo para autos nuevos es de casi 65 meses. Para aquellos con puntajes de 500 o menos, la duración promedio del préstamo sube a poco más de 72 meses.

Por qué elegir un plazo largo

¿Existen plazos de préstamo a largo plazo?

Existen diferentes tipos de plazos por varias razones. Hay beneficios posibles de obtener préstamos a largo plazo.

Un plazo más largo te permite tener pagos mensuales más pequeños. Supongamos que obtienes financiamiento para la compra de un auto nuevo de $30,000 con un plazo de 60 meses (5 años) y una tasa de porcentaje anual del 3%. Tus pagos mensuales serían de $539.

Si optaras por un préstamo a 84 meses (siete años), harías pagos mensuales de $396, una diferencia de $143 por mes.

¿Es realmente conveniente un plazo más largo?

Oponerse a la tendencia de plazos largos también es válido. Existen riesgos notables que pueden hacer que sea preferible un término menor, de cinco años u otras opciones.

Del otro lado de la moneda, un plazo más largo significa que harás más pagos y, además, gastarás más dinero por concepto de intereses.

Siguiendo el ejemplo, el préstamo de automóvil de $30,000 con una tasa del 3% genera pagos por intereses por $2,344 durante un plazo de 60 meses pero si el préstamo se hace a 84 meses a la misma tasa, se pagaría $3301 en intereses. Y, por supuesto, sería muchísimo más si eres un prestatario con mal crédito y tu tasa de interés es mayor.

Además, suele establecerse que un plazo de préstamo más largo tenga, por defecto, una tasa de interés más alta.

Otro riesgo que se corre es que podrías terminar debiendo más de lo que vale tu auto.

El valor de un auto nuevo puede disminuir en un 20% o más en el primer año, contando los intereses, esta depreciación puede significar entrar en patrimonio o equidad negativa o que debes más en el préstamo que el valor del automóvil.

Con un plazo de préstamo más largo, el capital positivo se acumula muy lentamente y podrías terminar con un patrimonio negativo durante un período de tiempo mucho más largo que si hubieras elegido un plazo de préstamo más corto, lo que podría dificultar la venta o el canje de tu automóvil en el futuro.

Cada caso es único y la decisión es tuya pero antes de obtener un préstamo de automóvil de 72, 84 o más meses, quizá convenga buscar alternativas menos costosas como comprar un automóvil menos costoso o retrasar tu compra hasta que tengas dinero ahorrado para un pago inicial más grande.

Seguir este camino puede ayudarte a reducir tu pago mensual sin los riesgos que pueden conllevar plazos de préstamo más largos.